Miami—Mejor que ninguna cartelera boxística de los últimos tiempos y seguramente mejor que la pelea de Mayweather contra McGregor fue la tarde que se vivió en Detroit.
Un pésimo arbitraje de parte de Carlos Torres, árbitro principal del juego, puñetazos, pelotazos y ofensas fue parte de lo que se vivió en este partido.
El juego comenzó con el equipo local anotando una carrera en la misma primera entrada por un jonrón de Justin Upton sin hombres en bases. Responderían los Yankees en la alta de la segunda por hit impulsador de Chase Headley con Aaron Judge a bordo.
En la cuarta entrada, el casi imposible de transitar Gary Sanchez, una vez y por tercer juego seguido saco la pelota del terreno poniendo delante a su equipo 2 a 1.
Empatarían rápidamente los felinos por sencillo empujador del receptor John Hicks trayendo a su compañero Nick Castellanos al plato y poniendo las acciones a 2 por bando.
Seguía la riposta Yankee, cuando en la alta de la 5ta los del Bronx tomaban ventaja nuevamente por elevado de sacrificio de Aaron Hicks que trajo a Ronald Torreyes a la goma.
Acto seguido vendría el inicio de lo que luego resultaría en una cartelera de boxeo. El lanzador Michael Fulmer descaradamente le lanzo la bola a Gary Sanchez que ya se la había sacado en el turno anterior y un pésimo y lamentable trabajo arbitral de Carlos Torres que en vez de darle una advertencia a ambos equipos o sacar del juego a Fulmer, se cruzó de brazos y dejo que las acciones continuarán.
En la baja de la quinta llegaba una rebelión felina donde anotaron 4 carreras poniendo el partido 6 a 3 a su favor. Sacando del juego al abridor Garcia y Adam Warren que vino de relevo. Se destacaron en esa entrada el novato Jacoby Jones con sencillo impulsador de dos carreras y el cubano José Iglesias que con un doble remolco otra.
En la alta del 6to capitulo sonaba la campana. El derecho Tommy Kahnle le abría a Miguel Cabrera con una bola que le paso por detrás del cuerpo claramente intencional. El árbitro Torres ahí expulsaba a Kahnle y del banco salía el manager Joe Girardi exaltado de la rabia con toda su razón ya que nunca hubo una advertencia ni una expulsión de Fulmer, el abridor que fue quien genero todo.
Girardi fue expulsado enseguida y en ese momento cuando parecía que todo se calmaba y ya el zurdo Chapman se decidía a lanzar, Miguel Cabrera comenzó a ofender al receptor Romine, quien se le encaro.
Cabrera acto seguido le tiro un puñetazo que no encontró humanidad pero ahí mismo los dos equipos se lanzaron al terreno y comenzaron a volar los golpes de un lado y de otro, incluido un puñetazo que ningún arbitro vio lanzado por Gary Sanchez a Nick Castellanos cuando estaba en el suelo enroscado con el lanzador Sonny Gray encima de él. Fueron expulsados Cabrera y Romine quien gritaba acalorado al el árbitro Torres: ‘’Me botas a mí y a Fulmer ni le llamaste la atención’’ Después de todo Cabrera fue quien inicio la agresión.
En el séptimo venían los Yankees a la carga, ahora motivados por las acciones del 6to inning y lograban de forma espectacular empatar el juego con sencillo empujador de Gardner, quien por cierto estaba de cumpleaños y conecto 4 hits en la tarde, un elevado de sacrificio de Hicks y otra impulsada de Sanchez por sencillo al central.
En la baja de la séptima, con el juego empatados a 6 abría el capítulo el derecho Betances, quien abrió con un strike y luego comenzaría el round 2 de la tarde cuando una bola alcanzo la cabeza del receptor de los Tigres, James Mccann, el cual cayó desplomado al suelo y ahí comenzaba otra trifulca de gritos y empujones.
El árbitro Torres, en otra pésima actuación luego de calmada las acciones, expulsa a Betances del juego, lo cual provocaba la rabia de Robby Thompson quien estaba en lugar del expulsado Girardi a cargo de la nave de New York.
Como manager ahora se quedaría Tony Pena y vendría a lanzar David Robertson, quien se vio que no estaba realmente preparado para entrar y su control se vio en problemas desde que incluso con los ánimos tan calientes como estaban, abria golpeando al siguiente bateador John Hicks, pero en esta acción increíblemente Torres hizo bien su trabajo y se dio cuenta que no era intencional.
La parte triste del asunto es que los Tigres anotaron 3 carreras contra Robertson por un tremendo doblete oportuno del cubano Iglesias con las bases llenas limpiando las mismas y dándole ventaja de 9 a 6 a su equipo.
Mientras pasaba el cambio de innings no solo estaban calientes los ánimos ente Yankees y Tigres sino que los propios compañeros de equipos Verlander y Victor Martinez se acaloraban a discutir en el banco, ya que durante la discusión por el pelotazo que Betances le dio a Mccann, Martinez a manera de calmar los ánimos estaba hablando con Sanchez dándole unos consejos. Esto molesto a Verlander y Castellanos quienes en el banco cuestionaban a Martinez por sus acciones y ahí vino el intercambio de palabras entre ellos.
Y ustedes mis queridos lectores dirán: Y que paso? Pues siguieron los golpes. En el 8vo y después un out entro a batear Todd Frazier, y sin ningún escrúpulo recibía un bolazo a manos del lanzador Alex Wilson, quien sería expulsado al igual que el director de los Tigres Brad Ausmus y comenzaban a limpiarse nuevamente los bancos de Tigres y de Yankees y eso no es todo, Iglesias que nadie le había dado vela en el entierro trato de abalanzarse contra Gardner quien respondió con unos golpes. Ninguno de los dos jugadores fueron expulsados.
Para rematar el mismo receptor James Mccann que había sido golpeado en el 7mo ahora en la baja del octavo sacaba la bola para sepultar la derrota de los Yankees 10 a 6.
Cosas como esta aunque uno las disfruta como espectador nos hace pensar en cosas como: Porque árbitros como Torres no son castigados? De toda esta trifulca los más perjudicados serán los del Bronx quienes están de llenos metidos en la pelea por los playoffs mientras que los tigres no van a ningún lado. Ahora los bombarderos se tendrán que sentar a esperar las multas o suspensiones que se avecinan y cruzando los dedos de que esta noche Boston no gane su partido contra los Indios para no ver su distancia alejada un juego más.
Eso es bueno para el baseball, que se den unas trompadas, mientras la tiradera de pelota no sea a la cabeza, no hay lío.