Guardians: Triston McKenzie explica la clave de su éxito

En apenas tres temporadas con los Guardians, Triston McKenzie se ha convertido en uno de los tres lanzadores más importantes de la rotación. En 2022, específicamente, solidificó su puesto en el equipo tras completar una temporada «fuera de serie».

En las primeras semanas del Spring Training, el serpentinero neoyorquino de 25 años dio algunas declaraciones a los medios de comunicación en donde reveló cuál ha sido la clave de su notoria mejoría, año tras año.

Guardians’ Triston McKenzie puts “fear of trying to be perfect” behind him https://t.co/OKLO7lHHgQ
— paul hoynes (@hoynsie) March 8, 2023

Triston McKenzie habló sobre el pensamiento que le ha permitido mejorar su juego con los Guardians

Mientras se encontraba entrenando en el Goodyear Ball Park, en Arizona, McKenzie dio algunas luces que lo ayudaron a bajar la presión a la hora de pararse en el montículo. «Una vez que superé el miedo de tratar de ser perfecto en el borde de la zona, y dejé que mis lanzamientos funcionaran en el medio de la zona, fue una especie de cambio de vida»; dejó claro el pitcher de los Guardians. Para argumentar sus palabras, recordó lo que un viejo coach de picheo alguna vez le dijo: «Lanza strikes, trabaja rápido; Babe Ruth está muerto».

Y es que la evolución que ha evidenciado «Dr. Sticks» ha sido admirable. En su primera campaña completa en la Gran Carpa (2021) lanzó 120.0 innings y otorgó 58 bases por bolas (un promedio 4.35 por cada 9 entradas). Asimismo, ponchó a 136 y acumuló un promedio de carreras limpias de 4.95.

Posteriormente, en 2022, McKenzie mejoró increíblemente con respecto al pasado año. En 191.1 IP, McKenzie solo caminó a 44 (2.07/9), abanicó a 190 y firmó un PCL de 2.96.

Para explicar su irregularidad en 2021 con los Guardians, Triston McKenzie subrayó: «No diría que es un factor de miedo, específicamente. Creo que es más como si fueras un niño pequeño y quisieras llegar a las Grandes Ligas. Cuando finalmente llegas a las Grandes Ligas, es como si quisieras quedarte allí. Por lo tanto, no quiero lanzar lanzamientos por encima del medio del plato a Salvador Pérez. Necesito estar en las esquinas».