El béisbol, al igual que la vida, está lleno de segundas oportunidades. Para Logan S. Allen, un zurdo talentoso que alguna vez figuró como uno de los prospectos más prometedores del béisbol profesional, esa segunda oportunidad llega con un contrato de un año con los NC Dinos de la Organización Coreana de Béisbol (KBO). La firma, anunciada oficialmente esta semana, representa no solo un cambio de escenario, sino una apuesta por redescubrir el potencial que lo llevó a debutar en las Grandes Ligas a la temprana edad de 21 años.
Allen, quien ahora tiene 27 años, recibirá un salario garantizado de $700,000 más un bono por firmar, con la posibilidad de ganar hasta $300,000 adicionales en incentivos. Representado por Roc Nation Sports, el lanzador llega a Corea después de una temporada 2024 dividida entre los Arizona Diamondbacks y su filial de Triple-A. Aunque su efectividad en las Grandes Ligas (5.46 en 28 entradas) no fue destacada, mostró signos alentadores en ligas menores, particularmente con la incorporación de un nuevo lanzamiento: un splitter que despertó el interés de los Dinos.
Un recorrido lleno de altibajos
La carrera de Allen ha sido un viaje accidentado. Desde su debut profesional en 2015, ha pasado por siete organizaciones de MLB, acumulando experiencia en cuatro equipos de Grandes Ligas. Pese a sus logros iniciales en las menores, donde deslumbró con un dominio impresionante en Doble-A y Triple-A, su transición al máximo nivel ha estado marcada por inconsistencia y lesiones. Sin embargo, el béisbol asiático, particularmente la KBO, ha demostrado ser un terreno fértil para que jugadores en situaciones similares revitalicen sus carreras.
El caso de Allen es interesante porque, a pesar de ser un “viajero” en términos de equipos, aún tiene juventud de su lado. En un deporte donde los lanzadores suelen encontrar su mejor versión en etapas más avanzadas de sus carreras, el tiempo está a su favor. A sus 28 años, se une a una larga lista de jugadores que han utilizado la KBO como un trampolín para mejorar su repertorio y regresar a las Grandes Ligas con renovada confianza.
El splitter: un cambio que podría cambiarlo todo
Lo que hace única esta etapa para Allen es la mencionada incorporación del splitter a su arsenal. Este cambio táctico parece ser el motor detrás del interés de los NC Dinos, cuyo gerente general, Seon-nam Lim, destacó el potencial del lanzamiento en un comunicado oficial. Las métricas avanzadas también respaldan esta decisión, ya que el splitter ha recibido calificaciones positivas tanto por su movimiento como por su eficacia en el contexto de un repertorio que previamente carecía de profundidad.
¿Un camino de regreso a la MLB?
Para Allen, el contrato con los Dinos no es un destino final, sino un capítulo más en una historia que él espera pueda incluir un retorno triunfal a las Grandes Ligas. Si logra consolidarse en la rotación de los NC Dinos y mostrar consistencia, no sería el primero en utilizar la KBO como plataforma de relanzamiento. Jugadores como Eric Thames y Merrill Kelly son ejemplos recientes de cómo el éxito en Asia puede traducirse en oportunidades significativas en el béisbol norteamericano.
La historia de Allen es un recordatorio del carácter global del béisbol y de cómo las ligas internacionales ofrecen nuevas perspectivas tanto para los jugadores como para los aficionados. Mientras comienza esta nueva etapa en Corea, los ojos estarán puestos en cómo un splitter puede ser el puente hacia una carrera renovada.