Hoy, el mundo del béisbol lamenta la pérdida de Billy Bean, quien falleció a los 60 años después de una valiente batalla de un año contra la Leucemia Mieloide Aguda. Bean, quien ocupó los cargos de Vicepresidente Senior de Diversidad, Equidad e Inclusión de MLB y Asistente Especial del Comisionado, deja un legado de compasión, defensa y dedicación inquebrantable tanto al deporte como a su comunidad.
El Comisionado de Béisbol, Robert D. Manfred, Jr., expresó su profundo pesar, diciendo:
“Nuestros corazones están rotos hoy mientras lloramos a nuestro querido amigo y colega, Billy Bean, una de las personas más amables y respetadas que he conocido. Billy fue amigo de innumerables personas en nuestro juego y marcó la diferencia a través de su dedicación constante a los demás. Hizo del béisbol una institución mejor, tanto dentro como fuera del campo, por el poder de su ejemplo, su empatía, sus habilidades de comunicación, sus profundas relaciones dentro y fuera de nuestro deporte, y su compromiso con hacer lo correcto. Estamos eternamente agradecidos por el impacto duradero que Billy dejó en el juego que amaba y nunca lo olvidaremos. En nombre de Major League Baseball, extiendo mis más profundas condolencias al esposo de Billy, Greg Baker, y a toda su familia.”
La carrera de Bean en MLB comenzó el 14 de julio de 2014, cuando el entonces Comisionado Allan H. (Bud) Selig lo nombró como el primer Embajador de Inclusión de la liga. En este papel pionero, Bean se centró en la educación de los jugadores, la inclusión LGBTQ y las iniciativas de justicia social.
Colaboró con los 30 clubes de MLB para promover la igualdad y fomentar un entorno inclusivo y de apoyo para todos los jugadores, entrenadores, gerentes, árbitros, empleados y partes interesadas dentro de la comunidad del béisbol.
Billy Bean como jugador de Grandes Ligas:
Antes de su influyente carrera administrativa, Bean tuvo una destacada trayectoria como jugador de Grandes Ligas de 1987 a 1995. Debutó con los Detroit Tigers, dejando su huella de inmediato al empatar un récord de Grandes Ligas con cuatro hits en su primer juego.
También jugó para los Los Angeles Dodgers y los San Diego Padres. La excelencia atlética de Bean se hizo evidente durante sus años universitarios en Loyola Marymount University, donde fue dos veces jardinero All-American.
Llevó a los Lions a una clasificación nacional #1 a mitad de temporada y a un puesto en la Serie Mundial Universitaria Masculina de la NCAA en Omaha, Nebraska, durante la temporada 1986. Bean también fue el valedictorian de su clase de graduación en Santa Ana High School.
Más allá del campo, las contribuciones de Bean fueron significativas. Como miembro del Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión de los propietarios de MLB, desempeñó un papel crucial en el desarrollo de los programas educativos de prevención del acoso de MLB, apoyando el Spirit Day y elevando la visibilidad de los recursos de bienestar mental de la liga.
Sus esfuerzos de defensa y educación, destacados en su libro «Going the Other Way», y su papel como orador principal, resonaron tanto dentro como fuera del ámbito deportivo profesional.
El legado de Billy Bean es uno de empatía, inclusión y un compromiso firme con la creación de un mundo mejor y más equitativo dentro y fuera del béisbol. Su impacto será recordado y apreciado con cariño por las innumerables vidas que tocó a lo largo de su extraordinario viaje.