Los Leones del Escogido llegaron al último día de la serie regular luchando por un puesto en la postemporada. Bajo la dirección de Luis Rojas y con el respaldo de una presidencia que invirtió en talento y en un staff técnico de alto nivel, los Leones trazaron una estrategia clara para la temporada 2024-25. Aunque les tocó elegir de últimos en el Draft de Reingreso, lograron selecciones que muchos consideran “peces gordos”.
Las primeras tres selecciones de los Leones del Escogido
A pesar de elegir en la última posición, los Leones del Escogido lograron adquirir a José Sirí como su primera selección. Este jardinero es recordado por una de las postemporadas más destacadas en la historia de la liga, liderando a las Estrellas Orientales en la final 2018-19. En el Round Robin, Sirí cuenta con estadísticas de .280/.338/.463, sumando 10 cuadrangulares en 56 partidos. Su perfil combina defensa de élite, velocidad en las bases y un bate oportuno, cualidades que los Leones necesitaban con urgencia para reforzar su equipo.
La segunda selección de los Leones fue Emilio Vargas, uno de los lanzadores con mejores números disponibles en el Draft. Vargas brilló en la serie regular, permitiendo una o ninguna carrera en seis de sus aperturas y logrando tres salidas de calidad. Sus cifras finales: 5-0, ERA de 1.87, WHIP de 0.98, y 19 ponches en 33.2 entradas, con la oposición bateándole para solo .202. Su rendimiento lo coloca por encima de otros lanzadores destacados del Draft.
En la tercera ronda, los Leones eligieron al relevista Joe Corbett, quien ha sido uno de los más efectivos en LIDOM. Corbett cerró la temporada regular con un impresionante 1.37 de ERA, WHIP de 0.66, y la oposición apenas le bateó para .138. En 23 presentaciones, no permitió carreras en 21 de ellas, consolidándose como una pieza clave para un bullpen confiable.
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Las selecciones finales
En las rondas finales, los Leones agregaron a Kenny Hernández, un prometedor lanzador zurdo, y a R.J. Alaniz, un brazo adicional para fortalecer un bullpen que necesitaba profundidad. Sin embargo, la elección de otro jardinero, considerando la presencia de jugadores como Héctor Rodríguez, Junior Lake y Sócrates Brito, plantea interrogantes. Con Luis Liberato lidiando con lesiones y la adición de José Sirí, reforzar esta posición no parecía ser prioritario.
Otro punto crítico fue la falta de atención a la posición de receptor. Los Leones fueron el equipo con más bases robadas permitidas (73) en la temporada, un área que evidentemente necesitaba reforzarse. Aunque Webster Rivas lideró a los receptores de LIDOM con 13 corredores atrapados y un porcentaje del 28.8%, la estadística seguía siendo preocupante frente al 18.5% combinado de los otros receptores del equipo.
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Los Leones lograron reforzarse con jugadores de impacto en las primeras rondas, particularmente con Sirí, Vargas y Corbett, pero dejaron dudas en las selecciones finales al no priorizar un refuerzo para la posición de receptor. Valoración: 7/10
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