El panorama de la rotación de los Yankees de Nueva York para 2025 es, sin duda, uno de los más profundos y costosos de las Grandes Ligas. Con la incorporación reciente de Max Fried mediante un contrato de ocho años, la organización ahora cuenta con un grupo de abridores de alto calibre que incluye a Gerrit Cole, Carlos Rodón, Luis Gil, Clarke Schmidt y Marcus Stroman. Sin embargo, este exceso de opciones de calidad también trae consigo desafíos, y el equipo está evaluando seriamente la posibilidad de desprenderse de Stroman.
Un sólido pero irregular 2024 para Stroman
Marcus Stroman, de 33 años, se encuentra en el segundo año de un contrato de dos temporadas y $37 millones. En su primera campaña con los Yankees, mostró destellos de su conocido potencial, pero también señales preocupantes. A lo largo de 154 2/3 entradas, registró una efectividad de 4.31, cifras que, aunque respetables, no estuvieron a la altura de las expectativas ni de su salario.
El veterano también sufrió un descenso en su capacidad para ponchar a los bateadores, con una tasa de ponches de 16.7%, la más baja de su carrera en una temporada completa. Además, su velocidad promedio con la sinker cayó a 90 mph, marcando un retroceso respecto a los 92 mph que promediaba entre 2019 y 2023.
Particularmente, los bateadores zurdos le causaron serios problemas en 2024, con un promedio ofensivo de .296/.372/.474. Estas dificultades se vieron amplificadas en el Yankee Stadium, donde permitió 15 de los 19 jonrones que recibió en el año y registró una efectividad de 5.31. En contraste, fuera de casa, tuvo un desempeño mucho más consistente, con una destacada efectividad de 3.09.
La complicación del contrato de Stroman
Más allá de su rendimiento en el campo, el contrato de Stroman representa un desafío adicional para cualquier posible intercambio. Su acuerdo incluye una opción de jugador para 2026, que se activa si alcanza las 140 entradas lanzadas en 2025. Esto significa que, incluso si enfrenta problemas de rendimiento o una lesión, Stroman podría asegurar un salario de $18 millones para esa temporada.
Para los Yankees, que ya tienen comprometidos más de $85 millones anuales en Cole, Fried y Rodón a partir de 2026, mantener a Stroman podría elevar el costo total de la rotación a niveles insostenibles. Este escenario, combinado con su posición actual en el nivel más alto de penalización por impuesto de lujo, hace que buscar un intercambio sea una estrategia lógica.
Posibilidades en el mercado
Según informes recientes, los Yankees han explorado activamente opciones para mover a Stroman, incluido un intento de intercambio con los Cardenales de San Luis, que involucraba al tercera base Nolan Arenado. Aunque esa propuesta no prosperó, se espera que el equipo continúe evaluando alternativas, ya sea mediante un intercambio directo por otro veterano con un contrato significativo o aceptando absorber parte del salario de Stroman a cambio de prospectos.
El mercado actual de lanzadores ofrece motivos para el optimismo. Contratos recientes, como el de Alex Cobb (un año, $15 millones) y el de Frankie Montas (dos años, $34 millones), destacan el valor que aún se asigna a los abridores experimentados. Aunque Stroman no proyecta un rendimiento de élite, su historial de durabilidad y su efectividad fuera del Yankee Stadium podrían hacerlo atractivo para equipos con necesidades en la rotación.
Un movimiento estratégico para Nueva York
El deseo de los Yankees de mover a Stroman no es solo una cuestión de espacio en la rotación, sino también de una gestión estratégica de recursos. Reducir el compromiso financiero con Stroman podría liberar fondos para abordar otras áreas de necesidad, como el bullpen o la ofensiva, y posicionar mejor al equipo de cara al futuro.
Con el inicio de los entrenamientos de primavera a pocas semanas, aún hay tiempo para que los Yankees encuentren un socio comercial adecuado. Si bien la opción de jugador complica las negociaciones, el historial y la reputación de Stroman garantizan que habrá interés por parte de otras organizaciones.
En última instancia, el desenlace de esta situación no solo impactará la composición de la rotación de Nueva York, sino también las ambiciones del equipo para consolidarse como un contendiente en la competitiva Liga Americana en 2025.