El shortstop dominicano Willy Adames y los Gigantes de San Francisco han llegado a un acuerdo histórico de siete años y $182 millones, según informó Mark Feinsand de MLB.com. El contrato, pendiente de un examen médico, incluye un bono por firma de $22 millones y se convierte en el más grande en la historia de la franquicia, superando el contrato de $167 millones firmado por Buster Posey en 2013.
Un refuerzo clave para los Gigantes
Con la incorporación de Adames, los Gigantes fortalecen significativamente su cuadro interior. El dominicano se unirá al estelar tercera base Matt Chapman, quien en septiembre firmó una extensión de seis años y $151 millones, formando una de las mejores combinaciones defensivas del lado izquierdo del cuadro en las Grandes Ligas.
Adames también ofrecerá un bate de impacto en el corazón del orden ofensivo, además de aportar estabilidad defensiva en el campocorto. Los Gigantes tuvieron dificultades para encontrar un reemplazo adecuado tras el retiro de Brandon Crawford en 2024. La llegada de Adames permitirá a Tyler Fitzgerald moverse a la segunda base, mejorando la defensa global del equipo.
Costo del fichaje
El acuerdo con Adames no fue sencillo ni barato para los Gigantes, quienes superaron el umbral del Impuesto de Balance Competitivo (CBT) en la temporada pasada. Esto implica sanciones adicionales, incluyendo la pérdida de sus selecciones de segunda y quinta ronda en el Draft de 2025, además de $1 millón de su fondo internacional para el próximo periodo de firmas.
Sin embargo, la contratación de Adames refleja el compromiso del equipo bajo la dirección de Buster Posey, quien recientemente asumió como presidente de operaciones de béisbol. Los movimientos ambiciosos de Posey podrían no haber terminado, ya que los Gigantes también buscan un lanzador de primera línea tras la salida de Blake Snell, quien firmó con los Dodgers. Se rumorea que San Francisco está interesado en Corbin Burnes, excompañero de equipo de Adames en Milwaukee.
Una temporada brillante para Adames en 2024
Willy Adames llega a San Francisco tras una de las mejores temporadas de su carrera. En 2024, acumuló 4.7 victorias sobre el reemplazo (WAR), según FanGraphs, lo que lo ubicó entre los 20 mejores jugadores de posición en las Mayores y quinto entre los shortstops.
Adames jugó 161 partidos como campocorto titular para los Cerveceros, liderando las Grandes Ligas en durabilidad en esa posición. Ofensivamente, tuvo una línea de .251/.331/.462 con un OPS+ de 118, destacando por sus 32 jonrones y 112 carreras impulsadas, ambos máximos personales. Además, agregó 21 bases robadas con una tasa de éxito del 84%, un elemento nuevo en su repertorio.
Defensiva sólida con un pequeño retroceso
A lo largo de su carrera, Adames ha sido un defensor destacado, acumulando 20 Outs por Encima del Promedio (OAA), según Statcast. En 2023, registró un impresionante +16 OAA, pero en 2024 ese número se redujo a +1, con una notable disminución en jugadas hacia su izquierda.
El camino de Adames hacia la élite
Nacido en Santiago, República Dominicana, Adames firmó con los Tigres de Detroit en 2012 y fue traspasado a los Rays en 2014 en el intercambio que envió a David Price a Detroit. En Tampa Bay, se desarrolló como uno de los mejores prospectos de la organización antes de ser enviado a Milwaukee en 2021.
Aunque Adames ha volado un poco bajo el radar, sin selecciones al Juego de Estrellas o premios importantes, su consistencia lo coloca entre los mejores de su posición. Desde 2019, su WAR de 18.1 lo ubica séptimo entre todos los shortstops de las Mayores.
El impacto para los Gigantes
El fichaje de Adames marca un antes y un después para San Francisco. No solo refuerza su alineación y defensa, sino que envía un mensaje claro: los Gigantes están comprometidos a competir al más alto nivel en una división liderada por rivales como los Dodgers y Padres.
Con Adames como ancla en el infield y la posibilidad de sumar más talento en el mercado, los Gigantes buscan regresar a la cima del béisbol. Esta firma no solo es histórica por su tamaño, sino también por las expectativas que genera para el futuro del equipo.